Con mi trabajo exploro desde distintas estrategias, las posibles aproximaciones del arte y la dimensión espiritual, con un particular interés sobre la muerte. Ya sea mediante el uso del color y la pintura —medio de larga tradición en la historia del arte que ha permitido hablar sobre otras realidades trascendentales—, el monotipo, la poesía o la instalación, me ha interesado abordar temáticas que permanecen abiertas a discusión: el suicidio, la resiliencia y la resistencia, lo efímero de la vida —puesto de manifiesto en el proyecto Sakura (las flores del cerezo)—, la permanencia y la tensión entre la belleza y la crudeza de la muerte.

Helena González Graf